Los escudos térmicos turbo se utilizan para proteger el turbocompresor del calor excesivo generado por el motor.
El calor generado por el motor puede dañar el turbocargador, reduciendo su eficiencia y vida útil. El escudo térmico del turbo está diseñado para reflejar el calor lejos del turbocompresor, manteniéndolo a una temperatura de funcionamiento segura.
Esto puede mejorar el rendimiento y la confiabilidad del turbocompresor y, en última instancia, del motor.